…cree una que ya está curtida

Por Andrea Saldaña Rivera
..cree una que ya está curtida

…cree una que ya está curtida.

Enedina Sánchez Baca

Fueron buenos tiempos,

Siempre llevabas ventaja…

Alfon:

Siempre cree una que ya está curtida. Que uno más, es lo de menos, que así es la vida, que todo pasa y todo queda. Lo nuestro, es pasar, yo, porque me aferro a Serrat, pero tú fuiste de Marco Antonio “ …siento tu mano fría correr despacio sobre mi piel”. Y  tiempo y destiempo, hermoso poema hecho canción. A todos nos queda porque habremos  pasado tardes, noches  y madrugadas perdiendo el tiempo, hasta que pensamientos y deseos nos agotaban. Aprende una que el amor aquél en el que perdimos tiempo, son 10 minutos intensos y fugaces, memorables, a veces…

Hablamos el jueves y noté que se te iba la sintonía. Se te trabo el habla con un montón de sonidos incongruentes y quede atónita. Pensé: “se le está yendo la onda”. Fueron unos 60 segundos de sonidos raros. No me asusté. Mecánicamente hice el signo que se hace para ubicar a los loquitos y me repetí: se le está yendo la onda.

Ninguno de nosotros tenemos culpa, así nos enseñaron, sin testigos ni mirones. Ninguno hubiera querido exhibirte. Al fin te perdonamos tantas insolencias. Perdiste piso tanto tiempo, desde los 12 años. Aunque yo te conocí ya “grande”, como de 18. Siempre con tus cuentos de fantasía, haciendo de papá que nunca fuiste. Inventabas para todos a la tía Dorita, que llegaba  en helicóptero. Contabas que te hacía vivir noches que todos te creímos!. Fuiste tan hermoso, el sueño de todas la mujeres de aquel edificio.

Fueron buenos tiempos,

Llegamos ahí en los 60s, en la bella y gran ciudad, en la Narvarte, donde solo recuerdo 2 o 3 galanes de tu talla. Los Jorges aprovecharon su belleza y estafaron tarugas que los mantuvieron hasta viejos. Eso sí, seguían tan guapos como Alain Delon cuando envejeció. Tú no, tu siempre fuiste un buen chico, estudiante y brillante trabajador.

Banca gloriosa de aquellos días en que se vivía como persona decente y próspera con salario y prestaciones que hoy serían de lujo. Fueron buenos tiempos, maravillosos. Me hicieron verte más y más grande, en la justa medida de lo que fuiste. Eras enorme, el primero, orgullo y ejemplo para todos. Yo te veía como un príncipe y a las “tontiringas” que aspiraban tenerte,  las veía como a Griselda y su hermana…feas, horrorosas, bobas.

Con quién platicaré de Octavio Paz si nadie sabe nada de él. Eso sí a la hora de la hora todo mundo lo ha leído. Yo sé que no es cierto y no tiene nada de malo, aunque tampoco tiene nada de bueno.
Los clásicos rusos y mi primer premio Nobel, Thomas Mann, los conocí por ti. El Quijote con quién decías identificarte, pero no,  tú nunca fuiste tan loco, nunca lo permitiste, tus máximas locuras fueron ser amigo de tus criados, cosa que nos enojaba por prodigarles un tiempo que suponíamos nuestro, seguro les incomodabas güey! Con tu pinta de Maximiliano de Habsburgo y tu esposa con sus manzanitas y peras de plaque para sostener un papelito con el nombre de quién iba a la mesa ja ja ja. Las tontas al final se las llevaban creyendo que era un souvenir, ignorantes o ladronas!

Siempre llevabas ventaja…

Me sabía lejos, muy lejos de tu intelecto y desarrollo, luché por ello sin éxito. Siempre llevabas ventaja. No tan solo por los 10 años que nos separaban, yo lo sabía por aquella canción que reza: Bien o mal, un rico sabe más! y punto.

Ya tienes mes y medio derramado del cerebro en posición única. Que bueno que siempre te gustó dormir boca arriba, con las manos agarradas en el pecho, como muerto. Ahora estás así, pero amarrado, los reflejos hacen que los brazos y piernas, se muevan sin control. El empecinamiento de los tuyos. Te tienen postrado por no tener paciencia para verte morir
tranquilamente en tu cama, dignamente, desde aquella noche que se te fue la onda…Dios? cuanto más?

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