Escribir poesía, es una audacia. Traducirla, es una tarea delicada. Ambas acciones conllevan un compromiso. Hay que reconocer que mi poesía, escrita en verso libre, elimina el desafío de enfrentarse a la rima y a la métrica. Sin embargo, requiere la cadencia, las palabras justas y su significado, razonables sinónimos, no olvidar ritmo, armonía y eufonía, respetar el contexto, la cultura, el tema, incluso, hasta la pertinencia de los signos ortográficos. Me pregunto si los poemas, sus palabras y la intencionalidad de las mismas, quedó justo como se buscaba. Se que Elsa Prado y yo tratamos de proteger la versión en Inglés, la cuidamos y la arropamos, estoy segura que con similar pasión. Ambas, esperamos que la disfruten en Español, en Inglés, en los dos idiomas.