Tu amor, un placebo inactivo, estímulo inducido que me
hiciera creer tantas promesas. Algo más, para vivir tranquila,
al prolongar sin mayor ambición, que tener en la mira
el empeño del día, una intención oculta: enamorarme.
Será que la costumbre, quedó formada así, de tal manera
que aquél pobre remedio fue efectivo, quedó firme, fue válido
y concreto, a la medida, en tácita respuesta que la vida
le respondió inocente, confiada, más allá de cualquier expectativa.
Andrea Saldaña Riverahttps://es.wikipedia.org/wiki/Andrea_Salda%C3%B1a