Los trazos y juegos del amor. Hay escritoras/es que se nutren de recomendaciones. Luego de cuestionarlas llegan a usarlas o evitarlas. En ambos casos, resulta lúdico y de utilidad.
Nunca rehuyo la controversia, la disfruto tanto como Marsillach. Como resultado, genera mayor intercambio de ideas. Ante todo, permite profundizar, propicia interrogantes y favorece la reflexión. Como resultado, me justifico pensando que es algo común en escritores/as. Lo más notable es que otros lo creen, erróneamente, privilegio de la testosterona.
Paulo Coelho reconoce esa y otras características en los escritores. Me gusta examinar la materia y las aristas en mis conversaciones. Casi siempre disfruto analizar las razones a favor y en contra.
Contenido
Los trazos y juegos del amor.
Rompiendo estereotipos.
También comparto el hábito de revisar con frecuencia y corregir lo que escribo. A diferencia del estereotipo que él cita, no soy asidua a los bares. Publico en redes sociales, contabilizo el número de lectores/as y recibo comentarios. Los temas que abordo son cotidianos, nada fuera de lo común. Me gusta razonar mis sentimientos y unir los sentimientos a las razones.
Antes de empezar en este oficio, busqué las recomendaciones de escritores/as. Me gustó la ironía de Borges, acerca de lo que un escritor no debe poner nunca en sus libros.
Advertencias vitales.
También una de las siete advertencias de Gabriel García Márquez: “Cuando uno se aburre escribiendo, el lector se aburre leyendo”. Para memorizar.
Me pareció el más importante de los “Diez mandamientos para aquél que desee escribir con estilo”, de Friedrich Nietzsche. Especialmente «Cuando escribo un cuento, dejo al lector, la posibilidad de refutar y ampliar la gama de interpretaciones del texto».
Ser o no ser.
Leí el libro “El arte del cuento” de Mary Flannery O’Connor. Me ayudó a confirmar que escribir, no es solamente una profesión o una vocación. Es una forma de ser. También, seguí una de las recomendaciones de Ernest Hemingway. Considera que el cesto de la basura, debe ser el primer mueble en el estudio de un escritor.
Taller literario.
Estuve en dos Talleres de Creación Literaria. Roberto Bravo y Ana Neumann, coordinaron. Su método era similar al “sistema de Milford”. Llevar manuscritos, con copia para todos y cada cual leía su texto. Guiar los comentarios, preguntas, sugerencias. Lo más notable fueron sus interpretaciones, lenguaje y frases originales. Sin embargo al centrar la discusión en el texto llegaban a conclusiones contundentes.
El proceso seguía hasta terminar con todas las historias de las/los asistentes. Se comentaban textos y autores que influenciaban nuestro estilo.
Ambos insistían en que leer continuamente, además de conocimiento, daría una mayor intensidad y frescura a futuros textos. Yo los dejaba reposar para olvidar las heridas al ego. Revisar y corregir fortalece el ejercicio de la auto crítica. Es algo vital para quienes escribimos.
Los trazos y juegos del amor.
El escritor Carlos Muñoz, compartió un método de escritura dirigido a incrementar la creatividad. Está descrito en “Writing down the bones” de Natalie Goldberg. Su propuesta es directa. Se debe pensar en la Actividad sexual y usar los mismos pasos para escribir.Será por ello que recuerdo el método como «Los trazos y juegos del amor«.
Las primeras cuatro reglas del libro de Natalie son muy sencillas. Sugiere desarrollar dos cuartillas con base en los juegos de … la actividad sexual. Sonreí, revisé estas reglas, me convencí que es un ejercicio nemotécnico.
1a. Regla.
Mantener la mano en movimiento, “sea que se proponga escribir 10 minutos, una hora, 8 horas o más, no se detenga, pero deberá separar el uso de la mano para escribir y editar”. Considera que si se mezclan ambas, se bloquearán mutuamente.
2a. Regla.
Sea específico, tanto cuando se refiera a autos, frutas o etiquetas de personalidades. Describir es la clave y sugerencia.
3a. Regla.
Pierda el control. La autenticidad, la osadía y el atrevimiento son los valores que resaltan en contraposición a lo que se considera políticamente apropiado.
4a. Regla.
Por último, señala «No piense«. Considera que pensar y repensar lo que deseamos escribir nos hace desechar lo primero que vino a nuestra mente, “Just do it”, (sólo hágalo) enfatiza, olvídese de lo demás. No me quedó ninguna duda, todas podían aplicarse a la vida sexual, pero en especial, las dos últimas.
Amor y sexualidad.
Una vida sexual, lo mismo que escribir, requiere honestidad. Nos permite disfrutar y sentir placer. Un placer que abarca amor, intimidad, respeto y conocimiento. Son «Los trazos y los juegos del amor», una comunicación profunda, plena y trascendente.
El amor, al igual que escribir, es un arte. Todo arte necesita un proceso de aprendizaje, teórico y práctico. Eric From afirma que “El acto sexual sin amor no elimina, salvo en forma momentánea, el abismo que separa a dos seres humanos”. From, agrega que se necesita eliminar ese abismo para abandonar «la prisión de su soledad«. Concluye que esa vivencia provoca angustia y puede llevar a buscar distintas propuestas, entre ellas, «Los trazos del amor» y el amor humano.
Conclusión.
Amar y escribir, son perfectamente compatibles. Estoy buscando el equilibrio. Además de muchas páginas para reciclar, logré finalizar algunos textos. Cada frase, me ha permitido descubrir algo. Esta revelación llegó durante o al final de cada ejercicio. A veces llegó como respuesta, la mayoría me generó preguntas. Es un estímulo que compensa el tiempo que invertí. Finalmente, termino con la frase de Indira Gandhi: “El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores de parto. Muéstrales al niño”.
Para dar una idea de la controversia interna sobre mis trabajos, añado un fragmento del poema que con frecuencia refleja mi sentir.
«En el mismo lugar»
…ya para entonces
uno se iba quedando sitiado tras la ausencia
enredado en sus verbos y en sus noches
malabareando delirios lapidados
en el mismo lugar
justo donde otros tantos
apenas iban comenzando.
Andrea Saldaña Rivera
Fuente: El erotismo y sus juegos. Poema «En el mismo lugar».