{"id":5064,"date":"2019-10-20T19:35:08","date_gmt":"2019-10-20T19:35:08","guid":{"rendered":"https:\/\/xn--andreasaldaa-khb.online\/?p=5064"},"modified":"2019-10-20T19:37:48","modified_gmt":"2019-10-20T19:37:48","slug":"la-prueba","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/andreasaldana.com\/es\/la-prueba\/","title":{"rendered":"La prueba."},"content":{"rendered":"

Andrea Salda\u00f1a Rivera.<\/p>\n

La prueba.<\/strong> Las copas volvieron a llenarse con el transparente l\u00edquido. Afuera ca\u00eda la noche como una masa informe y pegajosa. El humo se acumulaba cada vez m\u00e1s difuminando los rostros. Las palabras parec\u00edan flotar, atropell\u00e1ndose. M\u00e1s tarde el grupo guard\u00f3 unos instantes de silencio, uno de ellos coment\u00f3: veamos que tal lo haces. Virgilio te llevar\u00e1, si pasas la prueba podr\u00e1s trabajar con nosotros.\u00a0Salieron, el viento lo golpe\u00f3 haci\u00e9ndolo trastabillar. Asegur\u00f3 sentirse bien. Las luces de Ne\u00f3n le sorprendieron al percatarse de la oscuridad que les rodeaba. Solo caminaron unas calles, Virgilio le indic\u00f3: \u00abaqu\u00ed es, si quieres te ayudo<\/em>\u00ab. \u00abNo gracias, cuando estudiante lo hice varias veces<\/em>\u00ab, contest\u00f3.<\/p>\n

Siguieron por pasillos repletos de sombras hasta una puerta de cristal. Virgilio se hizo a un lado y \u00e9l procedi\u00f3 a forzar la cerradura. Una ventana al exterior permit\u00eda el paso de la luz. Sus pupilas resbalaron en la penumbra hasta el centro de la habitaci\u00f3n. Ah\u00ed estaban los cuerpos, algunos mostraban grandes heridas, alineados en la as\u00e9ptica blancura del m\u00e1rmol, apenas cubiertos por una s\u00e1bana parec\u00edan dormir profundamente, despertando su imaginaci\u00f3n. Encontraba en ellos diversos matices de abandono y diferentes silencios en rostros semejantes. La experiencia no era lo que esperaba.<\/p>\n

La prueba*<\/h2>\n

 <\/p>\n

Sus manos estaban h\u00famedas y un leve hormigueo parec\u00eda brotar, ascendiendo hasta dificultarle la respiraci\u00f3n. Parpade\u00f3 varias veces en un intento por recobrar el dominio de si mismo y demostrar mayor seguridad. Tom\u00f3 por fin aqu\u00e9l brillo met\u00e1lico. Lo introdujo con certera precisi\u00f3n, iniciando su labor. Virgilio se despoj\u00f3 de chamarra y de ese chaleco especial. Empez\u00f3 a desprender las bolsas perfectamente sujetadas en el interior de ambas prendas. Cuidadosamente las acercaba, las colocaba en su mano una a una, agreg\u00f3 a manera de advertencia: \u00ababusado, no las vayas a rasgar y procura que los cuerpos queden casi como estaban, ma\u00f1ana vendr\u00e1n por ellos<\/em>\u00ab.<\/p>\n

El contest\u00f3 apenas en un susurro \u00abno te preocupes<\/em>\u00ab. El vidrio de la ventana, frente a \u00e9l, le devolvi\u00f3 una imagen matizada de un profundo abandono. El silencio que reflejaba se parec\u00eda tanto al de esos rostros, alineados en la as\u00e9ptica blancura del m\u00e1rmol.\u00a0https:\/\/actualidad.rt.com\/actualidad\/239629-trabajadores-morgue-cortar-cadaver-robar-drogas<\/a><\/p>\n

 <\/p>\n